miércoles, 17 de noviembre de 2010

fiftitri

Verdaderamente extasiada por el interés en próximos posts para el blog. Hacen que esta media noche sea poética en lugar de patética a pesar de un hambre que me carcome y de un dolorcito fuerte en los tobillos por andar consolándome de mi falta de ejercicio formal mediante caminatas en punta de pie por las escaleras del metro, ya no de Caracas, sino de Barcelona, dónde la llegada a cada estación se anuncia con un frío mensaje grabado en lugar de la característica y risueña voz de un criollo diciendo: "Estacionsfipaloverdhe".

No hay post personal para hoy aunque por ahí viene, lo que hay es un cuento de un amigo, ganador de un premio nada piedrero, y merecedor de una entrevista en la tele catalana en chores y cholas. Leerlo para mí fue viajar a otra década, y eso está bueno cuando en estos tiempos de siglas 07,08,09,10... nos sentimos medio perdidos. Go, Nico.

"53" por Nicolás Manzano. http://www.flickr.com/photos/nikkomanzano/4922235099/


(Ganador del 1er concurso Gràcia: mira-la i conta-la)
Es innegable que con el pasar de los años, cualquier cambio que amenace nuestro espacio nos resulta hostil y aterrador. Pero arrastra consigo una frecuencia sonora casi inaudible, que nos despierta del siempre silencioso letargo de la cotidianidad.

Aquel domingo no había podido asistir Jordi Arnau; mi habitual compañero de juego y vecino de toda la vida del Carrer Montmany. En su lugar habíamos decidido invitar a un desconocido del barrio; un solitario anciano que solía frecuentar La Plaza del Diamante. Boris Lancaster era su nombre.

La mirada perdida y 4 rondas dispersas carentes de toda lógica, me llevaron a pensar que el Sr. Lancaster no tenía la mas mínima noción de lo que significa jugar dominó en equipo. Quizás sea la senilidad, pensé.
Tradicionalmente, durante el desarrollo del juego no se permite intercambiar ninguna palabra, a fin de evitar que los miembros de un mismo equipo se comuniquen entre sí. Motivado por el poco nivel de juego que había en la mesa, decidí pasar por alto aquel principio ¿A qué se dedica usted Sr. Lancaster? Le pregunté. Todos se miraron por un instante que pareció eterno, pero él no emitió palabra alguna. Encendí un cigarrillo, volví a detallarlo, y me convencí de que podía ganar la partida sin él. 

Al terminar aquella ronda, me pidió que apagara el cigarrillo y me contestó: solía ser profesor, pero ahora soy jubilado. Era la primera vez que la mirada de aquel sujeto parecía estar enfocada ,y como Pep seguía removiendo las fichas, me dio tiempo para soltarle un par de consejos sobre el juego. 

Esa ronda la ganamos, corroborando lo evidente; si a partir de ese momento me concentraba y dejaba de pensar colectivamente, yo ganaría la partida, e incluso la idea de repartir créditos con aquel anciano, no me molestaba demasiado.
El azar me había traído una mano excelente; e inmediatamente, había tomado el control de los dos extremos de la mesa. Me sentía seguro y excitado, como quién oculta una gran verdad. Aproveché que frente a nosotros pasó una pequeña niña como excusa para liberar mi sonrisa, volví la mirada hacía la mesa; todavía sonriente, y la mano del Sr. Boris Lancaster aún tapaba la ficha que acababa de dejar en la mesa ¿Qué has hecho? Le pregunté, ¡Has trancado el juego! Pep y Gonzalo sonreían mientras iniciaban el conteo de las fichas, el anciano se levantó de la mesa, cogió su maletín, y sin ver ni una sola ficha dijo: no hace falta que cuenten las nuestras; las de ustedes, caballeros, suman 53.
Luego de eso me cogió por el hombro, se despidió de todos con una sonrisa, y se fue caminando lentamente en dirección a La Plaza. Pep y Gonzalo comprobaron que la sumatoria era cierta, y nunca más volvimos a verlo.

sábado, 9 de octubre de 2010

oráculo en ciudad universitaria

Y ése día hizo una ofrenda.

Algo parecido a lo que hacían los aztecas con los corazones de las vírgenes pero sustrayéndole el drama y el desmembramiento. Ése día, luego de la empanada de mechada con salsa de ajo, comida en medio de un colectivo que a pie esperaba su turno para coger el picante, pasó de lado a una anciana, de unos 80 años, que vendía en el piso de la Plaza Las Tres Gracias, unos pañitos de cocina. Tarjetas desgastadas de Piolín para el día de los enamorados, encendedores, dos esponjas y un prendedor brillante en forma de lazo. Iba a ser probablemente la única clienta del día de la anciana, de la semana, o del mes.

Cargando todo el evento con gran romanticismo e intuición (porque a través del raciocinio cuadrado y lógico no hubiese tenido mucho sentido) pensó: “Voy a comprarlo”. La compra fue la ofrenda, una especie de regalo místico para que las ruedas se mantuvieran en movimiento, para dinamizar una semana que se veía catastrófica; un simbolismo… holístico o algo así. Lo importantes es que cambió algo, hizo lo que nunca hace, y se detuvo para comprarle a la anciana el prendedor. Valió el brillo en los ojos de la señora, y a pesar de regatear con ella (la anciana no era tonta), terminó llevándose el lazo a casa.

Era un de las compras más significativas que había hecho porque estaba absolutamente convencido del objetivo que buscaba. “Esto es una ofrenda al universo, algo para que los engranajes no se detengan”.
Yo, que jamás hago cosas así, hoy le compré un lazo de fantasía a una anciana de 80 años que solitaria esperaba en la esquina de la vacía fuente, al lado del empanadero. Mi pitonisa urbana, ni ella misma lo hubiese creído.

domingo, 3 de octubre de 2010

marimacho

Haciendo poco a poco una auto-biblia del estilo, éste link fue la luz que me bajó del cielo:
Desde Louise May Alcott hasta Siouxie Sioux:
www.tomboystyle.blogspot.com/

miércoles, 29 de septiembre de 2010

éclair du photo

Este link me lo dió Jano

Más bombones visuales

http://www.recordisphotography.com/

miércoles, 22 de septiembre de 2010

El que terminé. Vol II.


Un poco para seguir, y terminar en realidad, con la nota chilena en la que anduve, hoy me terminé de leer "El Baile de la Victoria" de Antonio Skármeta.

El anécdota no es nada interesante pero vale contarlo para ser fiel a los modos del blog. Descalza caminaba por mi casa, haciendo nada en realidad, buscando algo para comer, algún bichito que matar, no estaba haciendo nada. Pasando de lado por la cómoda en la sala, vi una edición de bolsillo de "El Baile de la Victoria", cuya foto de portada tiene a una parejita riéndose en la ciudad. Me pareció cuchi la foto y le pregunté a mi mamá: "Mamáaaaa, ¿quejéstooo?" Ella contesta: "¿Quésqué?" yo le digo "Un libro que hay aquí de una parejita", "no sé... qué se yo?!" me responde.

Sin más agarré el librito y me lo empecé a leer, cuando mi mamá se enteró de lo que era, pues, digamos que prefirió no haber sido tan casual cuando le pregunté qué era, porque es un muy buen libro. De calles de Santiago, de acentos, de amores divertidos, de segundas oportunidades, de reos y pampas, de eso.

Eso fue hace 3 meses. Ah, ganó el Premio Planeta en el 2003 y la peli la hizo Fernando Trueba en el 2009. No sé, pa' quien quiera las credenciales.

martes, 14 de septiembre de 2010

¿y por esto hay que pagar?

Corrían los días de la segunda guerra mundial, pero era el 2010. En cualquier momento llegaban los alemanes a destruir todo. Yo tenía la regla. Me metí a bañar rápidamente en una bañera rosada. En medio del baño, en una especie de autoexploración con fines aparentemente científicos, extraje de mi "verguenza" un aparato plástico de 10 cm que tenía chupones por todos lados y que se le caían las piezas.

Freud: soy toda tuya.


jueves, 9 de septiembre de 2010

viernes, 3 de septiembre de 2010

Miss Carabobo 2010

Después de tanta resistencia... I caved. Me hice adicta a la decadencia venezolana. Ella es parte de mí y yo soy parte de ella.


Miss Carabobo 2010 from Claudia Lizardo on Vimeo.

miércoles, 18 de agosto de 2010

El que terminé

Voy a hacer de esto algo más habitual, quizá porque me da cosita no leer tanto como quisiera y cuando logro terminar un libro me siento tan bien como si hubiese adoptado a un somalí. La idea será contar el contexto en el que obtuve el libro en lugar de hacer un resumen y cualquier otro comentario equis, si deseáis saber más, aquí el link de moda: http://juventudenextasis.wordpress.com/cancion-para-caminar-sobre-las-aguas/.

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Hoy terminé de leer Canción para caminar sobre las aguas de Hernán Rivera Letelier, chileno. Compré el libro en una tienda por departamento en Santiago de Chile, lo ví entre otros varios y me llamó la atención el título. Le eché una miradita a la contraportada (porque la portada es la vaina más irrelevante y sin sentido del mundo) y sin pensarlo mucho, me lo llevé. Es de esas historias de viajes y amigos y caminatas y detalles, todo por el palito de vainilla que es la geografía chilena. Habíamos ido antes a Villa Grimaldi, un ex-campo de detención y tortura durante la dictadura y éste libro se topó conmigo justo después. Eso fue hace casi un año.

lunes, 9 de agosto de 2010

copiloto


La del viaje a la playa, la de los pies sobre el tablero. Soy la de la mano "sube y baja", la que ondea con sus dedos el viento. La que insulta sin responsabilidad por la ventana derecha. La que entrega y delega. La que te cambia la música, la que se duerme reposada del cinturón de seguridad. La de "Amor amarillo". La que se baja a comprar lo que sea, la que pregunta lo que no vas a preguntar tú. La del relax nervioso. La que recoge los papelitos de mi lado de la máquina. La que espera a que te incorpores.

Soy el copiloto.

domingo, 8 de agosto de 2010

Skit 10. Grupo Teatral Bop

No debería decirlo porque todos deberían parecerme buenos, pero oh les digo en serio, qué creo que éste es el mejor de todos. No se vale no verlo. Disfruten.

domingo, 25 de julio de 2010

La Parábola Pefecta

Éste es el cortometraje de mi amigo Ja, el es un muchacho bien chévere, así... artista, y tiene una barba y es vasco. El hace estas cosas para su carrera universitaria y mijita, no sabes cómo se luce. Eso lo que es es un diamantico en bruto como quien dice.

Con ustedes: "La Parábola Perfecta"
Starring: Víctor Romero, Pablo Loyzaga, Antonio Delli, Claudia Lizardo y el niñito.


La Parábola Perfecta
Cargado por arturoalmenar. - Videos de arte y animación.

martes, 20 de julio de 2010

Somos jarabe de maiz de alta fructosa

Suena un despertador a las 8 de la mañana de ése sábado. "Párate, Roberto", dice ella, él farfulla algo y se vuelve hacia el otro lado. "Párate, coño, que hay que llevar a los niños al centro comercial".

Luego de una perezosa arreglada de la madre y de un café mal hecho por el padre, los niños se visten con la ropa que en Diciembre les regaló la abuela, el bebé es apretujado en una sillita para el carro y salen todos por la puerta.

Hay cola por Bello Monte hasta la Ppal. de Las Mercedes y Roberto no pierde la oportunidad para verle el culo a cada mujer que deja atrás mientras maneja. La madre se arregla un poco más el lapiz labial mientras los niños atrás se caen a taparazos con el trancapalanca. Poco a poco se percibe el sonido de un bajo, un bum-bum que resuena desde Las Mercedes. A medida que se aproximan se distinguen otros sonidos: una batería electrónica, unos sintetizadores con beats maiameros y la voz chillona de un boricua desubicado que tiene la amabilidad de explicarnos el complicado arte de tirar con la ropa.

Un personaje misterioso y admirable que suda dentro de un muñeco gigante felpa de Tribilín saluda incesantemente a los pilotos de la cola en Las Mercedes ."No hay puesto en esta mierda..." dice Roberto y se estaciona en el rayado de la calle de frente al Centro Comercial. "Tengo haaaaaaaambre" chilla la niña. "Ya estamos yendo, María Fernanda, ¿te puedes calmar?" replica la madre.

Todos sentados en una mesa rodeados de setencientos noventa y tres mil familias que mastican papas fritas, sorben coca-cola y sudan ketchup por los poros; unos se resignan ante la aparente imposibilidad de estar en otro lado y a otros ni les pasa por la cabeza, éste es el único sitio donde deben estar y no tiene nada de malo.

En medio de alaridos de bebés desesperados, corretean miles y miles de niños como hámsters enjaulados, a lo lejos... colchones inflables adornan la Plaza Alfredo Sadel y mientras un niño vomita lo que quedó del algodón de azúcar en el linóleo amarillo encima de una niña pisoteada por dos púberes de 15 años que se metieron en el castillo inflable, tres tristes, TRISTÍSIMAS payasitas pintan globitos de pintura escarchada en las mejillas de un niño de 3 años.

Consumo sin sentido al máximo, lo que sea para mantener al carajito quieto y para algunos padres, quitarse de encima el sentimiento de culpa de no compartir con ellos. Para otros esto es lo que hay y ya. Nos toca. Qué parque ni qué nada, vamos a las maquinitas y tu mamá y yo nos sentamos en aquel banquito a terminarnos los tequeños.

No es un sábado cualquiera... hoy es día del niño.

viernes, 9 de julio de 2010

la de esta noche

"Though breathlike, get deathlike at times
And there's no use in tryin'
To deal with the dyin'
Though I cannot explain that in lines"

"To Ramona" de Dylan

miércoles, 7 de julio de 2010

avestruces

Recomendado acompañante sonoro: "Farewell" de Polmo Polpo

Cuando pasamos demasiado tiempo con la cabeza en la tierra como avestruces no nos damos cuenta de la inmensa posibilidad de dar un pasito atrás y de contemplarnos, desde afuera, desde arriba. El ajetreo citadino puede llevarnos a creer que esa tierra caliente, en la que nuestra cabeza se acomoda, es la única realidad que importa. Mi tierra, mi cabeza embuida en ella, mis gusanos, mi ajetreo, mi vida.

Pero de vez en cuando podemos sacar la cabeza de ese hoyo absurdo, pero sin duda necesario, para recibir aire de verdad en la cara, para aproximarnos a eso que "de verdad importa", que ni me hace falta definirlo (esta reflexióncita es casi fija en este blog)

Fue hace días, un torrencial violentísimo que cayó sobre Caracas lo que me hizo sacar la cabeza de la tierra. Estaba sentada en la mesa de un restaurant al aire libre y en la mesa de al lado una adolescente acompañada por su padre discutía a toda voz lo que quería para su fiesta de 15 años. Este señor, mínimo, absolutamente disminuido, asentía y asentía.

Comienza a llover... a cántaros, con truenos. Rayos y relámpagos se veían clarito desde donde estábamos. Y así, mientas más fuerte tronaba, más duro gritaba la niña, mientras más agua caía, más manotazos daba sobre la mesa. De repente parece que estoy presenciando una especie de contrapunteo entre los gritos de una adolescente malcriada y los truenos de la tormenta que en serio parecía estarle diciendo "¡Cállate la boca!".

Sin darme cuenta, con el trueno en mis oídos, pensé: cómo es posible que demos vueltas y vueltas alrededor de una misma estupidez, de una sofisticación moderna como cuántos centros de mesas van a haber, o si llegaremos a la fiesta encima de una caballo blanco con un cuerno dorado, o si vamos a radiar a los invitados, o si mi blackberry tiene la perla del color incorrecto, mientras afuera la tormenta pareciera decirnos que el mundo sigue siendo el mismo. Los truenos truenan desde hace siglos, los relámpagos relampaguean en Caracas o en Jakarta, y la lluvia cae con o sin lunes bancario. Ese tronazo parecía una señal para bajarle dos, para calmarse, para tener perspectiva.

Me dio una paz loquísima la idea de que las tormentas han ocurrido siempre y han sido experimentadas por miles de personas a lo largo de la historia... y de una forma completamente arbitraria, quise pensar que la tormenta que callaba los alaridos de la quinceañera, era una de las maneras más poéticas y conmovedoras de conectarnos con el pasado, con lo más elemental y poco complicado. No importa el nivel del berrinche, el trueno puede venir y callar toda la miniteca.

Salirnos del hoyo tiene que ser un hábito tan importante como meternos.

domingo, 27 de junio de 2010

dos recomendaciones

Haré mención de dos chicas interesantes de Maracaibo. No sé qué demonios le están poniendo en el agua al lago, pero aparentemente funciona.

La primera niña tiene un blog con una suerte de diario fotográfico espectacular, con detalles muy dulces, un look brutal y una profundidad abrumadora. Creo además, que participa con algunas fotografías en el Jóvenes FIA de este año. El blog se llama Diario de un insomnio y ella es Florencia Alvarado. Está ya como fija en mis "Visiten también...": http://diario-de-un-insomnio.blogspot.com

La segunda es una chica con un ojo interesante para la moda, que es un tema de supremo interés para mí. Es una venezolana... maracucha (ojalá hubiese una palabra más fina para describir a la gente de Maracaibo que no sea tan fácilmente asociable a los ya conocidos estereotipos como las gaitas y el calor y Guaco y el escándalo) y su blog se llama Living in my own private Idaho. Últimamente, los blogs de "moda" a los que he accedido de gente venezolana me han decepcionado por ser bien pretenciosos y bien antipáticos y bien pasivo-agresivamente wannabe cool. Esta chica tiene un buen estilo y una buena vibra. Punto: http://andrebombacha.blogspot.com.

Thank you and good night.

martes, 22 de junio de 2010

riding in cars with boys

Éste tiene problemitas de audio. Escuchar con audífonos o a subirle a ese volumen, y'all! Enjoy.

riding in cars with girls from Claudia Lizardo on Vimeo.

miércoles, 9 de junio de 2010

itchy and scratchy

... continuando con la nota okuord, esta joya de foto apareció por mi computadora como un filoso recordatorio de que me tienen que empezar a resbalar ciertas cosas, de ahora en adelante: Claudia Lizardo en todas sus facetas. Salud.

domingo, 30 de mayo de 2010

okuord


No me provoca hablar con esos tipos. Qué conversación más insoportable. Ningún circulito social de esta reunión vale realmente la pena. Nadie entendió ese chiste que hice. No quiero hablar de los bonos de la deuda mientras le pasas a tu amiguito el porro ese.

En ese momento hay varias posibilidades. La introversión absoluta, que en mi caso aparentemente nunca es una opción porque siempre opto por la "akwardeness social"... un punto entre los comentarios incomprensibles, los chistes raros y las risas fingidas. Mis tópicos tienen todos referencias ordinarias, vainas medio cochinas, uno que otro grito que me convierte por un momento en "la chama bajita que habla duro" y conexiones con cosas que, en esta particular reunión, nadie más entiende sino yo. Siguiente imagen: yo tomando un laaaaaaaargo trago de lo que sea que esté bebiendo y jugando con mi celular como si estuviese escribiendo un mensaje a alguien mucho más cool que me invita a la próxima parada de mi ocupada agenda social nocturna. Lo que hago en verdad es meterme en el album de fotos del celular a ver las fotos que he tomado.

Una voz muy en el fondo me dice: "cállate", "realmente no hace falta que hagas ese comentario", "ajá, ¿y ahora qué vas a hacer? resuelve ese peo", "no, no así", "¿en serio tienes que ser tan gráfica?", "jajaajajaajajajajaajajajajaja", "bueno, ése sí se lo merece", "es la tercera vez que haces ese chiste", "equis, go to town, baby, ya qué carajo", "se dice satisfizo, no satisfació", "acabas de escupirle a esa persona", "coño, pero no se lo digas"

Así, el aburrimiento lleva inexorablemente a ser un ser incómodo que buscando no irse a su casa tan temprano trata de socializar a juro. Suena de fondo entonces una musiquita como de crosby, stills, nash y el otro, de esas como para caminar errantemente por el mundo. Esta vez camino errantemente por una fiesta en la que me aburro cada vez más.

lunes, 10 de mayo de 2010

jueves, 29 de abril de 2010

Reflexión 1

Comienza el set de "Reflexiones", pequeñas travesías de sabiduría e introspección...

Empezamos esta semana mientras me recupero de una gripe motherfucker, con al_ben. Hombre, 22 años, gallego, connoisseur.

Reflexión 1 from Claudia Lizardo on Vimeo.

viernes, 23 de abril de 2010

análgesico del alma

Un ligerín momento de lucidez, de elevación. Mi propio cascabel pasa unas horas conmigo para mañana ponerse su morral e irse de viaje de negocios. Me tiene confianza, por eso viene cuando es necesario y no cuando yo creo que lo es. Mi cascabel levanta mis pies del suelo y me indica con suavidad el camino; lo increíble y verdaderamente incomprensible, es que lo entiendo. A veces creo que viene, pero es la ilusión del cascabel, falsa inspiración, ganas de provocar risas que no tocan todavía y ganas de hallarme parecidos a otros. Ese no es. Son tintineos de otras campanas, de esas a las que estamos acostumbrados, de las que suenan en conversaciones vacías, en quejas inmutables, en comentarios regulares, en los estacionamientos y en los sitios de comida rápida.

Todos tenemos un cascabel.

El mío remueve lentes de contacto que uso sin percatarme para hacerme maga partícipe de todo. Me muestra el botón del cambio de frecuencia. Entonces me hace intuir que para que ésto tenga sentido tiene que haber un rompecabezas mayor que se está completando lentamente y del cual por ahora, sólo tenemos el borde. No son las colas, no son los juicios, no son las motos y los insultos, las poses y las frases, no es la resaca, ni el lunes ni el hastío. Mi cascabel me hace callar. Susurra que me rodean mini-piezas de una maquinaria más complicada que no me pertenece y que ésta se hace presente en momentos en los que la confianza llega como una suave cobija y nadie sabe porqué.

Mi cascabel dice sí


miércoles, 14 de abril de 2010

Desautorízam-este

PRIMERO: Dejemos algo bien claro. Soy un ser humano. Un ser cuya condición humana exige un mínimo de respeto. Soy también un ser que cuenta con un conjunto de ingresos, monetarios me refiero; ingresos obtenidos por el trabajo, quizá no el mejor (por ahora) pero trabajo al fin. Soy además un ser social, que en sus momentos de ocio, disfruta conversando con sus amigos, leyendo un libro o revista interesante, haciendo estupideces... o viendo una película. Finalmente, y ya particularizando, soy un ser humano que detesta perder el tiempo. Dejemos por ahora eso ahí, como en el aire.

Si juntamos estas características tenemos a una persona que sólo por ser persona debe ser tratada con respeto, que procura administrar sus ingresos con inteligencia y que, por no querer perder el tiempo, administra también sus momentos de ocio social con consistencia con los ya mencionados ingresos monetarios.

Contextualizando, chico: Soy una persona que en su limitado tiempo libre, fue al cine y pagó una entrada. Soy un espectador. Gozo por lo tanto, del derecho, nein, del deber de decir lo que se me venga en gana en tanto que asumí el compromiso de sentarme activamente en la butaquita a ver qué carajo me quieres decir. Yo lo asumí ¿lo asumiste tú, Elia?

Sí. La responsable de esto eres tú, y yo obviamente, por creer que valía la pena ver lo que hiciste, nadie me obligó, es cierto. Esto no es una crítica cinematográfica, esto es un post pregunta, un gran GRAN signo de interrogación. ¿Por qué? ¿Qué es lo que quieres? ¿Quieres contarnos lo difícil que es escribir un guión? ¿Quieres que nos abrumemos con tu historia "loca", con tu "Adaptation" a la venezolana? ¿Con tus saltos temporales? O será que debíamos ignorar el desenfoque de tus cámaras, las tomas "club de los tigritos", la falta de creatividad, el cliché, la petulancia injustificada, el pésimo sentido del humor, las actuaciones patéticas, "...hacer una película es como sentarse a escribir en el medio de la autopista" Ojalá lo fuese. Pero en la autopista Caracas - La Guaira, con camiones a mil por hora y recogelatas lamiéndote las cholas y mapurites mordisqueándote la pinche laptop mac esa. ¿Te sientes como la outsider de tu grupo, verdad? Alternativa. Es que nada es como parece, Elia, es verdad... esta realidad amerita que alguien la sacuda y tienes que ser tú. Lo lograste. Eres la reina en la piñata piedrera que es la industria del entretenimiento en este país.

Hay un problema aquí, señores. Grave. ¿Quien nos creemos que somos? Estoy en serio intentando verme a mí misma en quienes hicieron pasarme el rato más insoportable de mi vida y además me cobraron, por aquello de que todos somos uno y de que somos hermanos... pero no puedo! Yo no le haría eso a nadie! Un par de ideas estúpidas que se te ocurrieron en una película después de ver a Michel Gondry y mandarte unas vueltas bien arbitrarias y editarla con Windows Movie Maker y meter a unos panas que actúan y que bien e irte para Caño Amarillo porque "Caracas es una ciudad hermosa" y ser "irreverente" con tres tipas con pelucas. Dios... No puedo.

Es una cuestión de timing, de estar en sintonía. De ver un pelo más allá de tu pollina y darte cuenta de que quizá tienes que macerar más esa cosa que se te ocurrió, de que quizá a nadie le interese tu historia si la cuentas así, y de que es momento de ser humilde y de dejar de intentar copiar películas que te gustan y mucho menos tratar de venezolanizarlas, poniéndoles un twist criollo. Es como que para que la gente valore lo que somos, tiene que haber una puta arepa en la película o un "no vale, chaaaaamo". ¿En serio tenemos el autoestima tan baja que creemos que un buen trabajo no se reconoce por sí solo sino por las referencias innecesarias sobre de dónde es? Literal, todo es literal, poco inspirado, poco mágico y revestido de pretenciones que dan lástima. Dejen de tratar de hacer cine venezolano y hagan cine. El resto viene solo.

¿Que te parece difícil hacer una película? Pues de bolas! Es lo más difícil del mundo, justamente por eso... piensa antes de actuar. Soy yo, una espectadora, que asumí el reto de agarrar una cola, ir a un Centro Comercial, pagar una entrada que incluye unas cotufas que no me comí, y a pesar de esto, esperar secretamente no querer ahogarme en mi coca cola. Esa soy yo.

The gloves are off.

lunes, 5 de abril de 2010

standby

¿Qué pasa cuando se te vacía el coco? ¿Qué hacer con este tiempo que se pierde mientras no hacemos nada?. NADA. Ni siquiera cuando están los comerciales. ¿Por qué, y lo digo con verguenza, por qué he tenido que sorprenderme a mi misma con baba en la boca mientras veo la cuña del Magic Chopper?


Ojalá la lluvia venga y se lleve la modorra junto con la calina.

lunes, 29 de marzo de 2010

"¡Qué moderno!"

Tengo publicidad feíta en mi blog, a ver si funciona... mal necesario

miércoles, 3 de marzo de 2010

ay, ya.

No me interesa el tema de las chicas "cougar", no me interesa. I don't care for Courtney Cox vieja demostrándole al mundo su capacidad para esquivar la llegada de la meno-paisa, que le viene, le viene igual. Yo quiero amar a mi menopausia cuando llegue... aprenderé a amarla sin tener que hacer como si no la tuviese. Bien por las mujeres que sacan provecho de sus calorones y sus vainas. La vida es así!... tiene etapas, pues, no hay que sacudírselas con tanto ahínco. Lo que soy yo, estoy bastante harta de este tema de las Kim Catrall que quieren hacernos saber a toda hora lo capaces y hábiles que son aún a los 50. Yo digo basta, basta ya.

Me gusta Sex and the City, no digo que no. Me gusta. Lo que no me gusta es esta modita de las "señoras" que son arrechísimas sólo porque a los 50 logran tener 18719837124629 orgasmos. No hay necesidad de rub it in; y si la hay, es sólo una prueba de que no saben lidiar con la llegada de las canas. ¿Que no es fácil asumir las canas? Sin duda que no debe ser fácil, pero no sé si la solución sea interpretar un rol de chica joven en cuerpo de chica no tan joven. Cada quien que envejezca en el modo en que mejor le parezca, pero es innegable la gracia de una mujer que se sabe mayor y vive su vida con un swing diferente al de los 20 o los 30... que vive con el garbo de una mujer de 50. Es que no, no es linda esa nostalgia patética por los años en los que pudieron destruirse en un bar y vomitar por ahí y no lo lograron.

Es hora de asumir nuestra vejez coolmente... como Helen Mirren por ejemplo, no como una persona loca que lo primero que te dice es: ¿sí puedo tener sexo, ok?... OK, OK... Ya entendí!

viernes, 19 de febrero de 2010

be my valentine :)

dia_14 from Claudia Lizardo on Vimeo.

martes, 16 de febrero de 2010

código de localización


Uno siente a veces la necesidad de caracterizarse/categorizarse como si fuésemos piezas en una caja de herramientas que exige cada vez con más fuerza, organizarse. Las tuercas plateadas en esa cajita, y los alicates en ésta. Entonces, no... creo que no soy la muchacha de la foto en tono sepia, la del gorro afrancesado, ni la de la mirada misteriosa y callada. No hablo poco, para nada. Cero güabineo social. Uy, de vez en cuando escandalosa. Un enigma a lo loco, pero enigma al fin.

martes, 9 de febrero de 2010

jueves, 4 de febrero de 2010

¿y tus pies?

Estos son los zapatos invisibles que quiero.


Diseñados por Andreia Chaves de Sao Paolo.






"Yes, we know that her "invisible shoe" is basically a wedge made of mirrors, and looks about as comfortable as the inside of Steve Buscemi's mouth, but there's really nothing that says "I'm a fashionista" like showing up at a party with your feet gone..." de:
http://pipeline.refinery29.com/news/newsflash_invisible_shoes_inve.php

lunes, 25 de enero de 2010

sábado, 16 de enero de 2010

la de los 9 años.


Foto by: Clau.

Ya llegó Fabiana Droom. Se cree la gran cosa sólo porque sus papás le regalaron un teléfono celular con cámara y con internet.

Nadie lo sabe, pero... tuvo piojos el verano pasado. Lo sé porque mi mamá le prestó el champú que me ponía a mí, a su mamá. Pasó todo un mes en su casa con su nana bañándose en vinagre y mayonesa. Estoy segura de que si todos supieran lo repugnante del olor que tenía, y de lo estúpida que se veía, no la adulararían tanto y ni siquiera la invitarían a jugar.

Trae todos los días al colegio dos tupperwares: uno con palitos de zanahoria y otro con salsa de cebolla y queso azul... ¿quién se cree que es? ¿No puede traer un sandwich igual que todos? ¿una arepa igual que todos?

Ronald le regaló una caja de bombones en forma de corazón para el día de los enamorados y su amigo secreto le dejaba notas con ositos de gomita en el pupitre. Hace ballet... y amarra la cinta de sus absurdas zapatillas al morral para que todos la vean.

Un día la empujé. Si. No me enorgullece decirlo en realidad. Pero la empujé porque me dijo que mi pelo parecía de niño; yo le dije que se callara y ¡pum!. Obviamente lloró y chilló. Yo sólo me quedé ahí parada viéndola... lloró muchísimo, y eso que el empujón no fue tan fuerte.

Después de diez minutos chillando me dí cuenta de que quizá lo que quería era llorar un rato... Así que me senté callada a su lado y ya. Lloró hasta que oscureció, todos en el patio se fueron y yo me quedé ahí. Luego, ella se paró, se sacudió la tierra de sus pantalones y se fue hasta su casa.

Puede que tengamos algo en comun; al fin y al cabo, utilizamos el mismo champú.

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