lunes, 31 de diciembre de 2012

Edúcame, plis

Ok...

50 libros es una locura. Serían cuatro libros en un mes: creisi.

El número mágico es 25.

Podré tener pereza matemática pero más nada. Lo prometo.


Feliz año!

viernes, 28 de diciembre de 2012

Edúcame, plis.

Las fuentes de inspiración son una cuestión curiosa. 

Si... la realidad maltrecha, una buena canción, un verbo punzante, una sutil obra de arte, una flautica, un cello, la risa de un bebé, un gatico lamiendo a un conejito lamiendo a una ardillita, la caída del muro... son todas fuentes hermosas de inspiración. 

Pero hoy me siento lista para decir que estoy tecleando estas palabras por dos cosas: mi enorme ignorancia y... Julie & Julia. La película. La dominguera. La que vi con un cartón de Té Parmalat, medias feas y lagañas probablemente. La que me hizo decir: "¿Sabes qué? Eso es" en una especie de eureka en crack a las 11 de la mañana.

No hay épica. Mi inspiración para esto fue esa.

Luego, mi ignorancia. 

Me enorgullece decir que me rodean personas muy inteligentes. Gente divertida, honesta, sin pretensiones. Mis amigos. Si hay que hablar de politica, se habla. Si hay que hablar sobre cómo hacer un buen caldo de pollo, se habla. Y la maravilla es que ambas temáticas gozan de la misma importancia. 

Mis amigos, el contexto caraqueño del que venimos hablando desde hace tiempo, y la existencia de manifestaciones narrativas, artísticas y políticas muy brutales que se me revelan a diario, me ha demostrado que tengo severos problemas de ignorancia. Solo sé que no se un carajo, vale. Así mismo, ya lo dije...  ¿cuál es el peo?

Estos dos factores (la película baratina y mi ignorancia) se unen al hecho de que se acerca el fin de año. En tres días se va el 2012 y Dios bendiga a quien no piense en lo que no hizo. Yo si. Y como carezco de disciplina, necesito, NECESITO, hacer hacer algo sencillo, con principio, cuerpo y final, que intente remediar un poquito mi ignorancia y que me haga sentir que culminé algo.

Reconozco que el rollo de 365 recetas en 365 días de la película me pareció chévere y decidí empezar un proyecto llamado: Edúcame, plis, basado en mi necesidad de leer más. Es una necesidad y tengo que atenderla.

En un año, voy a leer con compromiso y como se debe, una lista de 50 libros. Shakespeare, Byron, Balzac, Brontë, García Lorca, Whitman, Quiroga, Stein, Tolstoi, Garmendia, Yeats, Tolkien (leyó bien), Pocaterra, Rand, Plath, Vonnegut, Tagore, Burroughs, Dickinson, Borges,  y no paremos de contar, o mejor si... 

Un salteadito de clásicos y no tan clásicos en el cual estoy más que abierta a recibir sugerencias, añadiduras y comentarios en cuanto a quiénes deben ser y cuántos durante el año. El período de tiempo máximo para  finalizar un libro es de dos semanas. Habrán unos que se terminarán antes y ayudarán a las matemáticas raras de este proyecto. Al final de cada lectura o durante la misma, una reseña o comentario se publicará en este blog. Y se irán añadiendo títulos a la lista. 

FUNDAMENTAL: Si bien hay un tiempo para cada libro y un período al que quiere llegarse, porque de lo contrario me lo tomaría con demasiada calma: no es leer por leer. El proceso reflexivo tiene que darse, para eso la reflexión adulta y no de prueba de segundo lapso de octavo, se publicará. Por esa misma razón es importante no atiborrarse de títulos y llegar a un número coherente. Repito: se aceptan sugerencias.

Empiezo el día 1 de Enero.
Todo aquel en al cyber-mundo que se interese en este viajecito, bienvenido sea.

Gracias por su atención y que me acompañe la deidad de su preferencia.






jueves, 27 de diciembre de 2012

porlomenismo

No está fácil levantarse cada mañana, verse al espejo y justo cuando empieza a temblarte la barbilla y las lágrimas se anticipan en un extraño punto de la garganta... hacer como si no pasara nada. 

Tampoco está fácil cargar siempre encima ese enorme papel celofán en el que tratamos de envolver lo que no nos gusta para hacerlo mas digerible.

Algo así pasa en Caracas, en muchos ámbitos. El que me afecta mas de cerca es el artístico.

La lectura de un buen artículo publicado en Panfleto Negro me movió tanto, que aquí estoy, tratando de entender porqué. Y tiene que ver con esa terrible necesidad que tenemos en este pais de validar lo invalidable, bien sea porque está hecho en casa, o porque conocemos al realizador o porque en el fondo es lo único a lo que muchos pueden aferrarse. Y en ese ciego validar se va la calidad, se va la mística, se va todo.

Estamos tan descontentos con quienes somos, que es complicado verle la cara a esa realidad. Esta ahí, nos envuelve, no nos gusta; y en lugar de caernos por ese barranco y aprender, nos miramos en el espejo, y encima de las lágrimas nos echamos colorete. El patuque que queda está a la vista de todos pero nadie dice nada.

Vivimos en el porlomenismo, en un contexto tan deteriorado, tan carente de educación y tan hipócrita, que hace que inconscientemente la mayoría de las veces, la gente valide algo que no es bueno a cuenta de que es algo. 

"Por lo menos están haciéndose cosas... Por lo menos se está trabajando... Malo sería que no se hiciera nada...." Y lo que es peor, ese discurso porlomenista está generando contenido, está generando cultura.  Las figuritas que respaldan trabajos mediocres son escuchadas, son retuiteadas, son los que difunden y lo más importante: no-se-dan-cuenta. 

SofiaCoppola meets Hunter Thompson meets Cortázar meets Gondry meets Air meets colores meets lucecitas meets desenfoque meets sdnihsafuoybasd meets vintage meets la movida.

Y cuando a alguien se le ocurre criticar lo evidente, la respuesta revela por un lado, la arrogancia de quienes tienen miedo o peor, flojera, de educarse. Y por otro, los que no tienen idea y que por eso les quitamos culpa, cuando son igualmente culpables por no coger dato, que nada difícil es.

"Resentido, envidioso, daletupaver, intolerante..."

Esa última es la mejor: intolerante. En discusiones y debates acalorados pero normales, donde nadie sale herido, y nadie esta siendo abusado, hay una figura recurrente: El tolerante. Ese santo más santo de todos los santos, que fuera de contexto saca una bandera blanca para que el resto aprenda. "Tolerancia, señores". 

¿Qué pasa? ¿Qué estamos hechos de azúcar ahora? ¿Qué pinzas son estas con las que nos estamos tratando? Démonos un poquito más de crédito y recibamos la crítica, we can take it. ¿O no? 

Respaldo el artículo mencionado. Vamos a quitarnos los pañitos calientes que nos ponemos encima para sentirnos mejor. Si la realidad es desoladora, aqui estamos para trabajarla, no para ponerle guirnaldas.

Entonces no, no está fácil la cosa. Pero no la hacemos mejor sin reconocerlo de verdad. Dejemos la esquizofrenia y la negación y mordamos más polvo, lloremos y levantémonos sin optimismos de Venevisión. 

¿Quieres hacer cosas? A educarse que nunca es tarde. Yo se que yo tengo que hacerlo. 



jueves, 29 de noviembre de 2012

# 267

Isaías.

Te extraño.

Ojalá estuvieses aquí.

Quiero tocarte...

Quizá me dé vergüenza que me veas así, pero como a ti siempre te gustó ser un Florence Nightingale salvarme te encantaría.

A mí no me importa, Isaías. Si quieres salvarme, sálvame, pues.

Hoy estos dedos son los tuyos, Isaías





sábado, 24 de noviembre de 2012

# 181

Hasta que salió el sol. El Ávila tiene la luz de Diciembre y el capin melao está empezando a brotar. Hoy es el mejor día para usar este color...

Lo  que necesito es un poquito de acetona para que se agüe; porque si no esto va a ser un pegoste y qué horror.


A ver... siempre la izquierda es más fácil...


Mercedes sabía hacer esto mejor que yo... lo que no sabía es que yo iba a aprender. Si estuviese aquí le diría: 
"Sí eres necia... Tanto combate para que ahora yo me pinte las uñas mucho mejor de como me las pintabas tú."

La verdad es que nunca me hizo falta un asistente...


miércoles, 7 de noviembre de 2012

Un baño

Su baño. No creo que él entienda lo trascendental de su propio baño.

Un cerrojo desconocido y ligeramente oxidado que no se sabe si realmente funciona. Unos colores pálidos de cerámicas elegidas probablemente por su mamá, así como la sucia jabonera encima del lavamanos en la que conviven peligrosamente una pastilla de jabón y una afeitadora.

Bajo la tapa y me siento sin pudor. Un baño más. Aquí todo se desmitifica y se desbarata. Normal. Eres tan normal como este baño.

Y esa pastilla de jabón verde pastel. ¿Ese jabón lo compraste tu? ¿Bajo qué criterio, a ver? ¿De verdad crees en que la sábila es mejor que la avena?

El tubo de pasta de dientes está apretado por la mitad. Y hay un halo blanco alrededor del drenaje del lavamanos. Cero neurosis. Me viene bien.

Y siempre. Siempre, encima de esa pastilla gastada de jabón: un pelo.

¿Cual es mi relación con ese pelo?
Quizá no nos hubiésemos cruzado nunca, pero aquí estamos: ese pelo y yo. ¿Qué tiene ese pelo? ¿De dónde viene? ¿Me da asco? ¿Será uno de los que termine encontrando en mi ropa mas tarde?
¿O en mi pecho?
¿O en mi boca?

Ese cotidiano pelo en el jabón ni me agrada ni me desagrada. Es un pelo. Tuyo, imagino. Que en medio de la palabrería, y los tragos, y la música, las miradas y las risas aparece para bajarte de tono.

Qué raro. Ese pelo dice mucho mas de lo que probablemente dirás tu. Y es solo un pelo.





lunes, 5 de noviembre de 2012

# 21


Miiiishu, mishu, mishuuu…
Miiiishu, mishu, mishuuu…

¿Dónde está esa gata?

Mishuuuu…

Gatitaaaa... tengo atúuun…




Mishu...



Qué angustia. ¿Dónde estás?

MISHUUUU!!!!




GATA!!!

TENGO ATÚN, COÑO

 ¡¡VEN!!

MALDITA GATA, ¡¿DÓNDE ESTÁS?!




MALDITA GATA DE MIERDA. Me lo voy a comer yo, ¡hija de puta!






Ven, por favor. Miiishu





domingo, 28 de octubre de 2012

# 17

Algo me está haciendo daño en la pierna. No logro descifrar qué

Claro, es este maldito resorte. Entre el cuero rasgado y este resorte me abriré un hueco en el muslo... Mejor duermo del otro lado. 









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domingo, 27 de mayo de 2012

"Yo no supe dónde entraba, pero cuando allí me ví, sin saber donde me estaba, grandes cosas entendí; no diré lo que sentí, que me quede no sabiendo, toda ciencia trascendiendo. “Sobre un éxtasis de harta contemplación”


San Juán de la Cruz. (1542-1591)

domingo, 20 de mayo de 2012

mi autoretrato

Sábado. 2 am / Copa de Vino / "Why try to change me now?" de Fiona Apple


domingo, 15 de abril de 2012

Mi nombre es Claudia y voy a castings de comerciales sin éxito.

No sé porqué lo sigo haciendo. Sobre todo si mis motivos son los motivos que vivo criticando.

No se porqué, pero sigo yendo a castings para comerciales. Sigo yendo y una sola vez en mi vida he hecho un comercial. *

Yo, que creo tener cierto histrionismo que de hecho me ha funcionado en otras áreas, no me canso de recibir la bofetada publicitaria en la cara una y otra, y otra, y otra vez; Pepsodent, Mum Bolita, Movistar, y cualquier otra marca que necesite una niña así, juguetona, divertida, coqueta.

Se está empezando a convertir en un juego, ya me dí cuenta. Ya es puro análisis antropológico. ¡MENTIRA! Es decir, sí, es un poco eso, porque la mixtura de gente, ideas y aspiraciones incoherentes en esos sitios es muy loca. Pero también son los 15 minutos, los cabrones 15 minutos de fama que como un adicto a la heroína en una reunión, reconozco desear tener. No lo veo como un trabajo, como probablemente lo verá algún porcentaje de quienes hacen castings día a día. Lo veo como una posibilidad.

Yo estoy clara, señores. Yo sé lo que esa añoranza significa, yo conozco la frivolidad y la superficialidad, yo te lo debato, te defiendo y admiro cualquier posición honesta y genuina que no esté detrás de estas tonterías con las que el ego se alimenta sólo para poder decirles a otros que ése eres tú, en esa pantallita.

Y sin embargo, yo sigo yendo a castings.

Si me eligiesen! Pero no! Igual sigo yendo! (hassdkjhagdgajajjajgaj!!!)

Para entonces pararme en una marca en el piso, sostener un numerito y esperar a que me digan: "Sonríe, un perfil, sonríe a cámara, otro perfil. Muy bien, una vueltica, eeeeso". Y los que se ponen interesantes dicen: "¡Estás brava! ¡Bravísima! ¡Qué horror lo brava que estás! Ahora triste, ay qué dolor. Y ahora pensativa, ajá, tienes una idea, una idea genial, y ahora alegre, ¡contenta! Muy bien".

Hay gente perfecta para esto. Per-fec-ta. Gente para publicidad. Niñas cómodas en su ser burbujeante cargado de entusiasmo; niñas que viven para esto y les sale natural. Tan natural como una sonrisa de Colgate. Niñas en tacones, de pelos lacios y largos, niñas encantadoras. O chicas alternativas. Chicas de pelo corto, de Converse y de despreocupadas opiniones. Y luego hay gente como uno, incómoda y en una búsqueda tan evidente de un ALGO inexplicable que ya casi que emitimos un aroma específico. Así de obvia está nuestra búsqueda. Huele.

Ir a castings de comerciales ha sido una de mis aproximaciones al show bizz de mi país. Y aunque me percate cada vez más de que no sirvo para eso, ahí estoy. De tercera o cuarta en la fila de sillas. Maquillada y lista para hacer realidad los sueños del cliente que usted, amigo de Herbal Essences, necesita.  O para vender ese curso de inglés, o para hablar sobre los daños de los esmaltes de uña que no sean Valmy.

Ahora bien, siempre puede ser peor. Porque aunque yo esté en el paso 4to de esta problemática, (lo reconocí, lo hablé, lo analicé, lo compartí) hay gente que ni cuenta se da de que ya son parte del mismo grupo de apoyo en el que yo entré hace unos años.

Hermano, hermana, aquí estamos.

Claudia Lizardo
@liliputparanoia



* el comercial en el que aparecí fue éste: .

(Yo soy la del paracaídas. De bolas que no me llaman para vainas de champú.)




miércoles, 22 de febrero de 2012

abandonar las carnes


El gesto más violento que recuerdo de mi niñez es cuando en Carnavales, en las callecitas de Sábana Grande, un niño desconocido en algún traje desquiciado de torero con spiderman me pedía decir las letras del abecedario; y en mi ingenua "A", me arrojaba papelillos directo a la boca. El horror. El desconsuelo. ¿POR QUÉ?

El miedo más grande fue cuando una niña desconocida, con un peinado desquiciado de Punky Brewster del Caribe me encerró en el palomar de una casa de playa. ¿QUÉ PASA!? ¿POR QUÉ?

La paranoia pasó con los años y Sábana Grande pasó por sus años en los que no se bañaba y usaba la ropa rota y nos decía a todos que no era una etapa, que era un estilo de vida,  agravaba el tono de su voz para sonar menos infantil y lloraba en el baño. Y siempre que abría la boca me tiraba papelitos estúpidos de esos a la cara. Nos alejamos.

Ambas recibimos unas bofetadas conceptuales. Ambas nos buscamos a nosotras mismas imitando sin decirlo a Thelma y Louise.


Crecimos. Y hoy, las reinas de carnaval se pasean con nosotros y nosotros con ellas.


Aquí está el jugo

lunes, 13 de febrero de 2012

viernes, 20 de enero de 2012

saturnazo de los 20


Década ridícula donde como en la adolescencia, las estupideces se amplifican. Pellejitos arrancados de los dedos por una ansiedad que parece malcriadez. Estos veinte que uno juró haber pasado porque uno cree ser más maduro de lo que es. Saturnazo, maldito indeciso. Mirada de reojo de los 15 a los 23. Peor porque sabemos que somos idiotas ahora más que antes, peor porque sigue importándonos que nos vean como idiotas, peor porque entonces nos mentimos al decir que no es así, que no nos importa. Peor porque irrita ver que somos la década de la gente que hace las cosas por decir que las hizo. Peor por todos los "malos" a juro. Peor por lo peor que se sienten. Flashbacks de alguien que fuimos y claridad al menos en lo que no queremos ser. Peor por el ego. Peor porque somos vanidosos con una pseudo-conciencia. Peor porque parece que hubiese sido todo más fácil si hubieses sido un poquito menos habladora, un poquito menos payasa, un poquito menos rimbombante. Mejor si hubiese sido el tímido y el callado. Mejor porque cada día es más evidente que hay que pasar esto. Mejor porque nos decimos "un día a la vez". Mejor porque crecer es chévere. Mejor porque cada día es una nueva oportunidad para decir fuck it, señores.

lunes, 9 de enero de 2012

tríada

Escuchar esta canción para leer: "Yayo" - Lana del Rey

Hay tres imágenes que siempre me han fascinado. Tres fotos que sin filtro son el gatillo de una sensación indefinible; como son las cosas sublimes, que le bajan el volumen a la explicación racional para darle entrada al escalofrío y al suspiro. Las cosas que últimamente me valen más la pena, porque hay que hablar menos.

La primera la agarré en una conversación con mi mamá. Habrán sido las 2 de la mañana y me dijo: no hay nada más melancólico que un carrusel en el desierto. El mayor sin sentido, la soledad es así, ni mala ni buena, un carrusel en el desierto que a pesar de estar solo sigue dando vueltas.

La segunda es conocida, la tenemos en el subconsciente de una manera peculiar, en alguna película lo vimos, en algún video. Un león sobre la cama.  La locura es así, no? Deliciosamente irracional como un león desfachatado sobre sábanas y edredones. La locura o el lujo, el lujo también es así. Porque no es cualquier cama, la imagen tiene añadida una habitación suntuosa de palacio de siglo XVIII, un cortinero dorado, una silla Luis XVI. Y ahí, el lujo se da el lujo de tener un león sobre la cama.

La tercera me la regaló Charly en Rezo por Vos. Y quemé las cortinas. (Y me encendí de amor...) Creo que me gusta porque siempre imaginé que la imagen previa había sido una pareja intensa y rocanrolera (todos nos podemos permitir nuestros clichés) y ella quema las cortinas, en un arrebato intenso y complicado, con un Zippo desgastado. Agarra un par de tacones del suelo y se va descalza por el ascensor. Él, desconcertado, hunde su cabeza entre sus manos. Y como yo tampoco soy original, y como tenemos unos muy peligrosos gustos, siempre pensé que ser así por un momento sería interesante. La verdad es que seguramente no lo es, pero así me vendieron a la chica compleja. Yo la compré. Con sus cigarrillos, sus botas de cuero, su chaqueta, sus lentes de sol y su soledad.


Curioso mejurje que tengo en la cabeza...


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