jueves, 29 de noviembre de 2012

# 267

Isaías.

Te extraño.

Ojalá estuvieses aquí.

Quiero tocarte...

Quizá me dé vergüenza que me veas así, pero como a ti siempre te gustó ser un Florence Nightingale salvarme te encantaría.

A mí no me importa, Isaías. Si quieres salvarme, sálvame, pues.

Hoy estos dedos son los tuyos, Isaías





sábado, 24 de noviembre de 2012

# 181

Hasta que salió el sol. El Ávila tiene la luz de Diciembre y el capin melao está empezando a brotar. Hoy es el mejor día para usar este color...

Lo  que necesito es un poquito de acetona para que se agüe; porque si no esto va a ser un pegoste y qué horror.


A ver... siempre la izquierda es más fácil...


Mercedes sabía hacer esto mejor que yo... lo que no sabía es que yo iba a aprender. Si estuviese aquí le diría: 
"Sí eres necia... Tanto combate para que ahora yo me pinte las uñas mucho mejor de como me las pintabas tú."

La verdad es que nunca me hizo falta un asistente...


miércoles, 7 de noviembre de 2012

Un baño

Su baño. No creo que él entienda lo trascendental de su propio baño.

Un cerrojo desconocido y ligeramente oxidado que no se sabe si realmente funciona. Unos colores pálidos de cerámicas elegidas probablemente por su mamá, así como la sucia jabonera encima del lavamanos en la que conviven peligrosamente una pastilla de jabón y una afeitadora.

Bajo la tapa y me siento sin pudor. Un baño más. Aquí todo se desmitifica y se desbarata. Normal. Eres tan normal como este baño.

Y esa pastilla de jabón verde pastel. ¿Ese jabón lo compraste tu? ¿Bajo qué criterio, a ver? ¿De verdad crees en que la sábila es mejor que la avena?

El tubo de pasta de dientes está apretado por la mitad. Y hay un halo blanco alrededor del drenaje del lavamanos. Cero neurosis. Me viene bien.

Y siempre. Siempre, encima de esa pastilla gastada de jabón: un pelo.

¿Cual es mi relación con ese pelo?
Quizá no nos hubiésemos cruzado nunca, pero aquí estamos: ese pelo y yo. ¿Qué tiene ese pelo? ¿De dónde viene? ¿Me da asco? ¿Será uno de los que termine encontrando en mi ropa mas tarde?
¿O en mi pecho?
¿O en mi boca?

Ese cotidiano pelo en el jabón ni me agrada ni me desagrada. Es un pelo. Tuyo, imagino. Que en medio de la palabrería, y los tragos, y la música, las miradas y las risas aparece para bajarte de tono.

Qué raro. Ese pelo dice mucho mas de lo que probablemente dirás tu. Y es solo un pelo.





lunes, 5 de noviembre de 2012

# 21


Miiiishu, mishu, mishuuu…
Miiiishu, mishu, mishuuu…

¿Dónde está esa gata?

Mishuuuu…

Gatitaaaa... tengo atúuun…




Mishu...



Qué angustia. ¿Dónde estás?

MISHUUUU!!!!




GATA!!!

TENGO ATÚN, COÑO

 ¡¡VEN!!

MALDITA GATA, ¡¿DÓNDE ESTÁS?!




MALDITA GATA DE MIERDA. Me lo voy a comer yo, ¡hija de puta!






Ven, por favor. Miiishu