martes, 22 de diciembre de 2009

I used to shoot you down.

Leer este post con: http://www.stereomood.com/mood/peaceful



Supimos que el desgaste había sido inminente en el momento en que nuestro color se volvió de blanco a "percudido", de negro a color ceniza, de colores vivos a los colores de las paredes de las oficinas públicas. También supimos (o supe) que en el fondo, mis colores eran palpitantes, pero que entonces nos estaban encandilando. La disminución de tono fue inevitable, no sólo por nosotros sino porque las luces que brillaban sobre nuestras cabezas durante los meses aletargados del verano no enfocaron nuestro lado bueno, y esos colores bajo esa luz.. no hacían juego con la melodía que sonaba cada vez que compartíamos miradas y palabras.

Jamás pensé que algo como el desgaste iba a ser tan cambiante que un día me parecería absolutamente trágico y otro día me parecería absolutamente equilibrado; un desgaste sin tristeza. Un desgaste con confianza que nos hace valorar el pasar de los días color tornasol, que no son terribles pero que tampoco son llenos de júbilo extasiado... cosa que no busco yo particularmente. He aprendido a valorar estos días en los que cambio el tí por el té... el pensar añorante y ya para mí sin sentido, por el pensar de la sonrisa tranquila. Días mágicos de detalles pequeñitos. Terroncitos de azúcar para el alma. Una canción. Un tuqueque. Un niño que se reía. Una sonrisa de cualquiera. Una mirada de alguien que no conoceré. La sorpresa de sentir cosas todavía... soñar con lo que sea. Pensando todos los días en la intensidad de nuestros tonos, pero sin melancolía, dejando llegar otros nuevos... tonitos cachorros, pues, que no se asemejan en nada con los señores tonos que conocemos ya, pero que tampoco tienen que asemejarse.

... todo va bien.

Así que salud, por lo que sea que pase con nuestras cabezas calentadas por el sol multicolor, que sigue siendo el mismo allá que acá.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Feliz Navidad

La mejor manera de estar seguros de que seguimos siendo los niñitos que fuimos hace años es sorprendernos ante la fuerza de un recuerdo desencadenado por un aroma, una melodía, una sensación, cualquier cosa; esa especie de estímulo pavloviano que hace que retrocedamos... y nos sintamos exactamente como nos sentíamos. Conozco a alguien por ejemplo, que no puede escuchar una canción de Enya sin erizarse, le tenía terror de chamo al "sail away, sail away, sail away". Pero en caso de ser un buen recuerdo, pues... no pretendo sonar ridícula, pero qué poesía de momento es ése... mágico.

Desde hace días he tenido la sensación de melancolía que viene cuando llega diciembre y veo que no me siento tan emocionada como antes... me da dolorcito pensar en cuánto esperaba navidad hace tiempo y ahora, diciembre es como si fuese agosto.

Hoy, sin planearlo, terminé con mi mamá en la iglesia de La Guadalupe... Yo, reacia, obviamente en principio a asistir a estas cosas por aquello de que uno no es religioso, cosa que últimamente se ha convertido en una moda más que en una convicción, y en mi caso en un hábito antipático-automático de rechacito por el tema. Sin embargo, hoy decidí que no iba a predisponerme, a ver qué pasa. Entro. Ahí está Cristo, el sangrero, los ojos volados, el miedo que eso me da, las vírgenes, el altar, y pues nada, me siento en uno de los bancos. Hay un coro... ¿qué es esto? Agarro el programa que me dieron en la entrada y leo: "La Navidad en México". Ah, es un evento de la Embajada de México... son villancicos mexicanos. Me percato entonces de que afuera hay una piñata y me percato también de que estos villancicos tienen algo diferente. Les presté atención, no se bien porqué, pero les presté atención. La predisposición y la actitud de not-convinced desaparecieron.

El concierto termina y de repente, una simpática señora me pasa una velita. "Para pedir posada" me dice. Camino hacia afuera con mi mamá, y de repente, todo el mundo está aglomerado, con una velita en la mano; niños, viejitos, parejas, mexicanos y venezolanos. La tradición en México aparentemente es cantar una canción para "pedir posada" simulando lo que tuvieron que hacer María y José. Unos piden y otros reciben. Yo terminé con mi mamá sin darme cuenta entre este gentío. De repente, empiezan a cantar una canción.

Sentí un hueco en el estómago. Yo he escuchado esto antes... pero ¿dónde? Me acorde entonces de que era una canción que aparecía en la película de Disney de 1945 "Los Tres Caballeros", que sonaba justo cuando Donald viajaba por México. Recuerdo los rechonchos muñequitos que pedían posada y recuerdo que la canción me daba ganas de llorar. Obvio: lo siguiente que ocurrió es que se me aguaron los ojos, de la misma forma cómo se me aguaban cuando tenía 5 años, y sentí el mismo vuelco que sentía cuando venía diciembre y prendían la cruz del Ávila, y veía el San Nicolás del CCCT, y olía el pino de navidad, y jugaba con los muñequitos alemanes de madera que se guindan en el árbol, y colocaba cada pieza del nacimiento como si fuese de oro, y me sentía inexplicablemente feliz, no por los regalos del niños Jesús... sino porque como me pasó hoy, me parecía increíble que tanta gente se reuniera en un lugar para compartir una velita y una canción.

... diciembre no es agosto, y menos hoy.




PD: No lo pude resumir! La canción está al principio, el resto es cómico.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Sobre la tragedia publicitaria venezolana.




Aquí estamos de nuevo. La pareja de siempre. Ella del estilo: "Mana, los hombres son una vaina seria". Él: "Gorda, prepárame unos huevitos fritos". Y el estereotipo barato de psiquiatra, que de bolas, tiene que tener el coco pelao y lentes. El director probablemente le dijo que tenía que verse analítico, reflexivo y que si eso le costaba mucho, siempre podía frotarse las manos como si estuviese pensando. Grave crisis de la publicidad en nuestro país. No digo que antes era excelente, pero nunca así, como tan a los coñazos... No estoy segura de que sea flojera de pensar, o que en serio, al pensar en la cuña dijeron:

"Yava, yava, yava.... Y SI EL PSIQUIATRA SE QUEDA LOCO CON EL TELEVISOR!?. Marico, M-A-R-I-C-O, eso es!"

Highlights de la cuña: Cuando el psiquiatra le levanta la mano a la tipa como diciéndole: "Cállate, chica, no ves que estoy ocupado con mis vainas de hombre y de televisores?". Es la simplificación absoluta de... ehm... TODO!

Behold: La muerte de las ideas, más que nunca.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

coming up...

Las cosas se plantean de manera diferente si imaginamos que somos personajes de un sitcom, o en el peor de los casos, de una comedia romántica, de esas de Julia Roberts y Hugh Grant. Malasas y populares, donde los eventos ocurren con la continuidad de una canción cursi.

Las cosas que nos ocurren cobran un sentido diferente y las emociones no son sólo emociones, porque como el público puede ver lo que sentimos, las emociones son augurios de que se acerca un cambio en la historia. Entonces, interpretamos lo que nos pasa con la seguridad de que es por una razón muy especial. Alguien debe estarse riendo en este momento. Alguien debe sentirse esperanzado con lo que estoy haciendo. Alguien está dándole sentido a que me sienta bien, mal, ridículo, nostálgico, iracundo. Alguien debe estar oyendo esta canción y sintiéndose igual que yo. Alguien debe estar pensando que estoy cometiendo un error. Alguien me ve.

Así, los hechos tienen un color distinto. Nada es tan malo como para no buscarle el sentido en el "plot", nada es tan bueno como para no estar alerta a que a la protagonista no le cague un pájaro en la cabeza, no se resbale ante un grupo de gente, no diga algo sin sentido. No hay nada que una buena risa grabada no sane.

Puede ser también que pensar las cosas así sea la señal de que uno es absolutamente egocéntrico o absolutamente loco... y esa señal puede ser también parte de la historia.

jueves, 12 de noviembre de 2009

A girl's work is never done.


"La figura del desertor, por otra parte, es distinta a la del hereje. El desertor formará parte del grupo opuesto mientas que el hereje mantendrá los principios basales del grupo al que perteneció pero modificará los medios a través de los cuales..." Mmmm, qué finos zapatos. La gente cree que puede usar zapatos de colores chillones porque sí, y no es así. Hay maneras de usarlos. Él los usa muy muy bien. Bien por él. Va al cajero. Yo debería sacar dinero para comprarme un helado. Un Yogen Früz... No vale, esa vaina es muy cara... 14 mil bolos por un heladito chiquito de yogurt con galleta. Será aquí, en esta universidad que la gente puede pagar esa vaina. Es insólito. Lo que necesito es un perro caliente, con salsa y papitas por encima, como el de Chile... Qué bolas esos tipos, ni siquiera están estudiando! Lo que hacen es ver fotos en facebook. Qué increíble el facebook, vale. Uno termina teniendo una vida paralela en ese sitio. Ya me está como fastidiando. Uno se entera de la vida de todo el mundo y ¿para qué?. Yo debería aprovechar mi vida para algo más, dejar esa dependencia social de lado y vivir. Sólo vivir, por amor de Dios. Uno qué sabe si el mundo se acaba. Como eso del 2012... qué fuerte los mayas, ah? Esas civilizaciones terminan siendo mucho más interesantes que las que todo el mundo jala bolas: "Ay, los romanos, ay, los griegos" Busca en tu continente, nojoda! Y deja de contaminar! Como la peli de Al Gore. Gran cosota, me pareció que ha podido ser un pelo menos alarmista. Aunque sí, es verdad, los polos se están derritiendo. Y uno aquí, usando carro para todo... Uy, tengo que poner gasolina...

Ssssshhhhh!!

Dios, ¿la gente no entiende que esto es una biblioteca? ¿Que aquí se trabaja? Hagan silencio.

martes, 3 de noviembre de 2009

The Raging Code


I've never had wish to harm anybody. But maybe people like that need a good scare. From time to time, I wanted to scare *it*, real bad. Grab on some Beatrix Kiddo attitude and just smack the hell out of *it*, so *it*could snap out of whatever it is *it*'s on. *It*'s deffinately on something, but *it* doesn't have any style to combine with that. Pure, regular spoiled vibe: no courage, no mistic.

If I were on something, I would make sure I do it with style, con garbo, with sass.

Without insults. Without fights. Just a good smack... metaforically speaking.


Suck on that.

martes, 6 de octubre de 2009

Menú del día: viviendo con el muerto

Fotos de Richard Avedon para The New Yorker en el año 95 (clickeén para ver bien)












domingo, 27 de septiembre de 2009

soñé que no nos caíamos bien.


no me gustó.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Y es que no entiendo tanto a mi Caracas...

Todos lo sabemos.

Estar en un país que no es el propio y regresar tiene un efecto introspectivo bien bien loco, pero bien útil.

Salir del remolino del que nos quejamos absolutamente TODOS los días, de esa masa viscosa en la que creemos estar metidos que no tiene solución o sentido, pero que vemos como una especie de tío ladilla, que es nuestro tío al fin, y que lo queremos un pelín porque suele echarnos buenos cuentos, pero cuando se emborracha es insoportable... en fin, salir de ese remolino a otro suelo que ya no "nos pertenece", es (en lo personal) como subir a una montaña muy alta y desde arriba, observar. Observar como quién ve un hormiguero. Todas las hormigas pequeñitas cargan su comida, otras hacen caminitos, otras mentan madre en la cola, otras aparecen en la tele diciendo estupideces, etcétera, etcétera.

Y nosotros estamos arriba, con una brisa tranquila que nos despeja la mente, sin ninguna bandera, sin ningún juicio, tratando de comprender porqué "aquí sí y allá no" pero con perspectiva y sin pasiones locas y comunes. Con templanza, pues, a lo aristotélico.

En esa montaña me pregunté yo, qué es lo que valoro en una ciudad. Entre muchas cosas, una es la capacidad de algunas ciudades de auto-preservación. No tiene nada que ver con que sea Europa o un país desarrollado. Se trata de un reconocimiento por algo del pasado, no solo porque es del pasado, sino porque tiene un valor intrínseco, y dicho reconocimiento implica cuido y respeto. Un edificio. Una calle. Una tienda. Una plaza.

Una ciudad así es como una persona que se enorgullece por las cosas que logró, sean cuales sean. Un edificio (ojo, no cualquiera) hermosamente diseñado y construido al estilo modernista de principios de siglo no es sólo eso, hay arte, esfuerzo y detalle detrás. En la estructura se hace evidente el disfrute y sí, por cursi que suene, el amor del arquitecto, del constructor, del albañil, al momento de crearlo. Una ciudad que valora, reconoce esto y lo preserva, hace todo en su poder para cuidarlo y mantenerlo durante años. Por lo tanto, así como las personas pueden ser íntegras, las ciudades también.

Cabrujas hablaba de Caracas como una ciudad en la que no pueden existir recuerdos, una ciudad que destruye en lugar de construir, y ayudándome un poco con este gran pensamiento, que ya ha ayudado a otros en muchísimas oportunidades, creo que he logrado entender porqué a veces maltripeamos tanto aquí.

Una ciudad que no preserva lo que alguna vez pudo haber sido universalmente hermoso o importante, es una ciudad que no valora, al menos en los términos en los que estamos acostumbrados a valorar. Es una ciudad con una gran incapacidad para abrazar sus logros. Una ciudad con personalidad, sin duda, pero sin autoestima. Y nada más desesperante que alguien que es bien depinga, pero que no sabe que lo es. Por eso la frustración y consecuentemente, la desidia. Le pedimos una y otra vez a Caracas que sea lo que "sabemos que puede ser" y no ocurre y entonces pasamos por la nostalgia constante: "El centro es brutal, pero está demasiado deteriorado".. "La plaza de los museos era demasiado fina cuando estaba pequeño..." "Yo iba a Sabana Grande en carnaval". Esta es una ciudad que no se está reconociendo, que de la basura ha creado más basura, y que se hace pipí en los edificios brutales de hace años. Y es obvio que el tono político actual ayuda muy poco.

Evidentemente, Caracas no es un sujeto que toma decisiones, es la gente, y no sólo la que la administra sino la que la vive, la que salpica con su forma de actuar a la ciudad. No es sólo el que convierte el Teresa Carreño en un centro de mítines, es el de la camioneta a todo volumen en El Hatillo. Y no es sólo una calle, un edificio, una plaza la que podemos añorar. Quizá también sea una institución, una política pública, una tradición... Un modo.

Como siempre cierro sin respuesta sino con interrogantes... En la medida en la que le decimos a este pana una y otra vez que puede ser increíble porque lo conocemos, porque sabemos de su potencial, porque LO HA HECHO ANTES, y éste no hace nada al respecto porque está sumido en una súper depresión o porque es así y ya, nos ladillamos y nos deprimimos nosotros. O sea... ¿será que tenemos que dejar de pedirle a Caracas que sea mejor y tenemos que dejarla que sea y ya? Pero... ¿No es desolador eso también?

martes, 1 de septiembre de 2009

Is SO fair


La imagen de Chanel, desplanzando a la flacucha/ochentosa/reality babe Jerry Hall, es ahora la desvergonzada Lily Allen. A todos parece hacerle mucho ruido que Lagerfeld haya decidido que la imágen de una marca tan chic y elegante como Chanel, sea una chica que combinaba con converse y tul absolutamente todos sus looks, de aire inmaduro y adolescente y con un gran "fuck off" (de acento británico) prácticamente tatuado en la frente, claro... con una carita feliz al lado. Nada de Ashlee Simpson y Michelle Branch, that's bollocks! Lagerfeld con genialidad acogió bajo su ala a esta nena malcriada para demostrar que hay varias versiones del "chicness". O al menos eso creo yo.

Pues, funciona... y ¿por qué no? La moda necesita sacudirse y dejarse de mariqueras para acercarla un poco a tierra... Y ¿qué mejor forma de hacerlo que con una niña que le parece súper injusto que su chico sea malo en la cama?... Aunque ahora la vistan mejorcito.



Los dejo con esa notica.

martes, 11 de agosto de 2009

Kylie's creepy crisis de los 40.



Es probable que esto sea una cuestión muy personal... y es probable que no sea para tanto, pero la última campaña para la marca de accesorio Tous cuya imagen es Kylie Minogue me da miedo. El nombre de la campaña es algo así como Kylie's Private Pink Party, y en realidad está muy bien hecho, con una estética interesante, todo muy rosa.

El problema es que lo primero que a uno se le viene a la mente al leer "Kylie's private pink party" o lo que sea, y ver a la señora hablando con un oso y cantando con un control remoto, es que algo no está del todo bien en la cabecita de Kylie. He visto muchisimas campañas que juegan un poco con cosas parecidas, pero por alguna razón, esta en particular me da como cosa.

Me da cosa porque da la impresión de que la mujer se volvió completamente loca. Una mujer muy guapa, pero ya mayor, que tiene una fiesta privada con un oso de peluche y se cae a curda y come pastelitos y le cuenta al oso sus confidencias sobre cómo se ha mantenido tan bien con cuarenta y pico de años y está en pantaletas... no sé, no sé.

Vale destacar que hay un videíto promocional de la campaña en el que efectivamente hay más gente en esta fiesta loca, y el asunto como que se recompone. Igual. La veo por la calle y siento que la pobre ya no puede más y que está irreversiblemente quemada.


Bueno, ya. Eso es todo por hoy. Nada muy fuerte ni soso. Normal.

domingo, 26 de julio de 2009

sweet distraction

Hoy tengo miedo de encontrarme con la almohada. Siempre está callada y en lugar de mostrarme cosas como lo hace la televisión, que siempre habla y me enseña cómo están otros, ella sólo está ahí. La almohada está esperando a que mi cabeza caiga en ella para que en la comodidad de su cuerpo yo esté lo suficientemente tranquila como para dejar volar mi cabeza y llenarme de información sobre cualquier cosa que la tele y la computadora me hacen evadir. La almohada es implacable, sobre todo cuando nada más está pasando. La almohada a veces es como la ventana cuando nada pasa afuera, cuando nada distrae sino que solamente es.

Cuando todo está quieto... He estado teniendo miedo cuando todo está quieto.

lunes, 13 de julio de 2009

para hoy... y por què no?... para siempre

El mundo ha dejado de ser nuestro enemigo, pues hemos decidido ser su Amigo

sábado, 4 de julio de 2009

El Talmud dice que en donde quiera que uno mire, hay algo que ver.


Aparentemente este blog tiene un seguidor. Brutal :)


PD: No he leído el Talmud. Sólo vi la película de Adam Sandler con Jack Nicholson.

viernes, 12 de junio de 2009

Nada puede ser y no ser al mismo tiempo... ¿verdad?

Ayer entendí cómo funciona la esquizofrenia..

La negación es uno de los disparadores fundamentales. Hay una señora mayor, cuya madre se suicidó cuando ella tenía 6 años. Se metió al mar con una guitarra y se ahogó. Lo primero que le dijeron a la señora (la niña, entonces) es que la mamá había tenido un infarto. Primera negación.

La segunda negación fue a los 9 años. La familia desde el principio había sido muy acomodada y acaudalada. Al morir su madre y posteriormente a los 9 años, su padre, el dinero se acabó. La niña se quedó con su abuela, quien bajo ningún concepto estaba dispuesta a perder el status social que tenía la familia cuando eran ricos, por lo que la niña fue a uno de los mejores y más caros colegios de la ciudad.

Una noche, la niña escuchó a su abuela decir en silencio por el teléfono que no tenía dinero para comprar caraotas. Al salir la abuela de su casa, la niña le preguntó que si eran pobres, y su abuela... lo negó.

Paulatinamente, la niña fue viviendo dos realidades paralelas. Desconectadas. Esquizoides. Hoy la señora no diferencia la realidad de la mentira por todas las veces que le negaron lo que veía.

¿Qué puede ser más desconcertante que el no reconocimiento de lo que has visto, sentido, y vivido en general? ¿No te puede volver absolutamente loco?

Por esa razón, la mente se problematiza tanto cuando una persona niega la existencia de un acontecimiento trascendental. A veces no hace falta ni siquiera la negación, sino sencillamente la actitud desinteresada hacia algo que consideramos valioso.

Nos pasa viendo la tele, escuchando a Chávez, discutiendo con personas cercanas... Por eso la sensación de vivir en un país virtual, de tener relaciones virtuales, y de consecuentemente sentir que somos virtuales y evidentemente, locos.

La negación tendrá un efecto más devastador mientras más fuerza le otorguemos al sujeto que niega. Por lo tanto, yo hoy, me niego a seguir haciendo eso.

martes, 7 de abril de 2009

Arcadas

Hay días en los que puedo pasar horas y horas sin parar, viendo televisión.

Cuando esta situación se hace recurrente suele aparecer en mi mente un "aviso" que dice en voz baja: "Párate" "No puedes estar perdiendo el tiempo así todo el día, lee un libro, sal a caminar, haz algo pero deja de ver televisión"

Sin embargo, no me paro. Sé que no estoy disfrutando demasiado viendo televisión, incluso sé que está mal hacerlo tanto, pero no me paro. Los ojos me pican, me duele la cabeza y justo cuando siento que voy a vomitar la apago y veo cómo demonios lidio con el malestar.

Hace algún tiempo que no escribo sobre lo que pasa en este país... tuve un tiempo de real indiferencia, otro de determinismo, es decir de "esto pasa porque sí y porque tiene que pasar y ya", y ahora escribo sobre la sensación colectiva de estar viendo demasiada televisión y no pararse, y no hacer nada. La sensación colectiva de que todo se está poniendo más pastoso y de querer hacer algo pero no hacerlo no sólo porque "no se puede" sino porque estamos demasiado cómodos en la cama con el control en la mano y los dedos llenos de migajas de Cheetos.

Juzgar a quienes no "hacen nada" es tan falso como felicitar a los que sí hacen algo. ¿Quienes lo hacen? ¿Qué es hacer algo? ¿Se es menos venezolano por no querer recibir pedradas en una manifestación? ¿Qué hacer con esta sensación de letargo incoherente? ...Esta sensación de que están ocurriendo miles de vainas pero ya no queremos lidiar con ello, ni siquiera enterarnos, pero están ocurriendo. Hoy se creó una figura de "vice-presidente" de Caracas, somos panas de Al-Bashir, 30 años de cárcel sin pruebas, Baduel y Rosales.

¿Nos hicimos indiferentes o es que siempre lo hemos sido? ¿Ya tenemos los ojos rojos? ¿Ya nos dió la nausea?

Archivo del Blog