Hoy tengo miedo de encontrarme con la almohada. Siempre está callada y en lugar de mostrarme cosas como lo hace la televisión, que siempre habla y me enseña cómo están otros, ella sólo está ahí. La almohada está esperando a que mi cabeza caiga en ella para que en la comodidad de su cuerpo yo esté lo suficientemente tranquila como para dejar volar mi cabeza y llenarme de información sobre cualquier cosa que la tele y la computadora me hacen evadir. La almohada es implacable, sobre todo cuando nada más está pasando. La almohada a veces es como la ventana cuando nada pasa afuera, cuando nada distrae sino que solamente es.
Cuando todo está quieto... He estado teniendo miedo cuando todo está quieto.
domingo, 26 de julio de 2009
lunes, 13 de julio de 2009
para hoy... y por què no?... para siempre
El mundo ha dejado de ser nuestro enemigo, pues hemos decidido ser su Amigo
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