PRIMERO: Dejemos algo bien claro. Soy un ser humano. Un ser cuya condición humana exige un mínimo de respeto. Soy también un ser que cuenta con un conjunto de ingresos, monetarios me refiero; ingresos obtenidos por el trabajo, quizá no el mejor (por ahora) pero trabajo al fin. Soy además un ser social, que en sus momentos de ocio, disfruta conversando con sus amigos, leyendo un libro o revista interesante, haciendo estupideces... o viendo una película. Finalmente, y ya particularizando, soy un ser humano que detesta perder el tiempo. Dejemos por ahora eso ahí, como en el aire.
Si juntamos estas características tenemos a una persona que sólo por ser persona debe ser tratada con respeto, que procura administrar sus ingresos con inteligencia y que, por no querer perder el tiempo, administra también sus momentos de ocio social con consistencia con los ya mencionados ingresos monetarios.
Contextualizando, chico: Soy una persona que en su limitado tiempo libre, fue al cine y pagó una entrada. Soy un espectador. Gozo por lo tanto, del derecho, nein, del deber de decir lo que se me venga en gana en tanto que asumí el compromiso de sentarme activamente en la butaquita a ver qué carajo me quieres decir. Yo lo asumí ¿lo asumiste tú, Elia?
Sí. La responsable de esto eres tú, y yo obviamente, por creer que valía la pena ver lo que hiciste, nadie me obligó, es cierto. Esto no es una crítica cinematográfica, esto es un post pregunta, un gran GRAN signo de interrogación. ¿Por qué? ¿Qué es lo que quieres? ¿Quieres contarnos lo difícil que es escribir un guión? ¿Quieres que nos abrumemos con tu historia "loca", con tu "Adaptation" a la venezolana? ¿Con tus saltos temporales? O será que debíamos ignorar el desenfoque de tus cámaras, las tomas "club de los tigritos", la falta de creatividad, el cliché, la petulancia injustificada, el pésimo sentido del humor, las actuaciones patéticas, "...hacer una película es como sentarse a escribir en el medio de la autopista" Ojalá lo fuese. Pero en la autopista Caracas - La Guaira, con camiones a mil por hora y recogelatas lamiéndote las cholas y mapurites mordisqueándote la pinche laptop mac esa. ¿Te sientes como la outsider de tu grupo, verdad? Alternativa. Es que nada es como parece, Elia, es verdad... esta realidad amerita que alguien la sacuda y tienes que ser tú. Lo lograste. Eres la reina en la piñata piedrera que es la industria del entretenimiento en este país.
Hay un problema aquí, señores. Grave. ¿Quien nos creemos que somos? Estoy en serio intentando verme a mí misma en quienes hicieron pasarme el rato más insoportable de mi vida y además me cobraron, por aquello de que todos somos uno y de que somos hermanos... pero no puedo! Yo no le haría eso a nadie! Un par de ideas estúpidas que se te ocurrieron en una película después de ver a Michel Gondry y mandarte unas vueltas bien arbitrarias y editarla con Windows Movie Maker y meter a unos panas que actúan y que bien e irte para Caño Amarillo porque "Caracas es una ciudad hermosa" y ser "irreverente" con tres tipas con pelucas. Dios... No puedo.
Es una cuestión de timing, de estar en sintonía. De ver un pelo más allá de tu pollina y darte cuenta de que quizá tienes que macerar más esa cosa que se te ocurrió, de que quizá a nadie le interese tu historia si la cuentas así, y de que es momento de ser humilde y de dejar de intentar copiar películas que te gustan y mucho menos tratar de venezolanizarlas, poniéndoles un twist criollo. Es como que para que la gente valore lo que somos, tiene que haber una puta arepa en la película o un "no vale, chaaaaamo". ¿En serio tenemos el autoestima tan baja que creemos que un buen trabajo no se reconoce por sí solo sino por las referencias innecesarias sobre de dónde es? Literal, todo es literal, poco inspirado, poco mágico y revestido de pretenciones que dan lástima. Dejen de tratar de hacer cine venezolano y hagan cine. El resto viene solo.
¿Que te parece difícil hacer una película? Pues de bolas! Es lo más difícil del mundo, justamente por eso... piensa antes de actuar. Soy yo, una espectadora, que asumí el reto de agarrar una cola, ir a un Centro Comercial, pagar una entrada que incluye unas cotufas que no me comí, y a pesar de esto, esperar secretamente no querer ahogarme en mi coca cola. Esa soy yo.
The gloves are off.